martes, 24 de junio de 2014

Pedagogía de la esperanza, Paulo Freire, fragmentos y reflexiones.

Este es el trabajo comunicativo realizado sobre el libro de Paulo Freire "Pedagogía de la esperanza". Aquí se pretende plasmar algunos contenidos del texto, ...

martes, 3 de junio de 2014

11 técnicas para evitar las "revueltas en el aula".

En HonorLevel hemos encontrando este breve, conciso y sencillo artículo sobre una temática que preocupa, muy especialmente, a las y los docentes novatos. ¿Cómo puedes mantener la paz y el buen clima en el aula?
 
1. Enfócate

Has de asegurarte de tener la atención de todo el alumnado antes de empezar la clase; no intentes enseñarles a hacer ecuaciones si no están prestándote atención. Es muy común que los profesores y las profesoras con poca experiencia piensen que, al comenzar la clase y empezar a trabajar, conseguirán establecer el "orden". A veces, puede funcionar, pero también genera una sensación en los alumnos y las alumnas que les sugiere que tú quieres competir con ellos: no te importa hablar mientras hablan, estás dispuesto/a a gritar, etc. 
Exige la atención esperando hasta que todos y todas se dispongan en una actitud adecuada para nuestros fines en clase. Luego, empieza la clase con una voz más tranquila de "lo normal". Un profesor o una profesora que habla suave y tranquilo (pero a un volumen suficiente para que todas y todos le escuchen) tiene más posibilidades de que los/as estudiantes también hablen suave y estén tranquilos/as

2. Instrucciones directas
 
Comienza la clase explicando qué ocurrirá, qué váis a ver y cómo váis a trabajar. Marca plazos de tiempo si es necesario: es el momento de hacerlo. De esta forma, te ajustarás al tiempo y asegurarás que se hacen las actividades que has programado. Por otro lado, es posible que, incluso, sobre tiempo. Hay una frase muy eficaz para motivar a los/as alumnos/as a trabajar: "Y puede que nos sobre algo de tiempo al final, para ... [hacer alguna actividad que les guste/preparar otra materia/hablar de un tema de interés...]"

3. Monitorear
 
Levántate de la silla y camina por el aula. Explica caminando. Camina mientras trabajan. Revisa el progreso y ofrece un trato más personal. En el primer "paseo" comprobaremos si han comenzado a hacer la actividad o tarea, y no debería llevarnos más de 2 o 3 minutos. Es importante hacer esto rápido para ponernos cuanto antes a asesorar individualmente a cada alumno o alumna según sea necesario. La atención personalizada - en la medida de lo posible - además les empuja a ponerse a trabajar y no procastinar

4. Modelar
 
"Los valores son capturados, no se enseñan" (McDaniel). Los/as docentes amables, entusiastas, con autocontrol, paciencia y buena capacidad de organización son ejemplos para sus estudiantes a través de su comportamiento. No se puede pedir al alumnado que hagan lo que tú digas, si es completamente opuesto a lo que tú haces. Invitas a la mala conducta y lanzas mensajes contradictorias.

5. Señales no-verbales
 
En la década de 1950, en E.E.U.U., una campana de níquel era un elemento común en las aulas. Tocabas el botón, sonaba y captabas la atención de los alumnos y las alumnas; desde entonces, los/as docentes han mostrado mucho ingenio para disponer de señales no verbales en el aula: interruptores de luz, clickers, expreiones faciales, postura corporal y señales de la mano. 

6. Controla el clima de la clase

Ese es el objetivo: las clases pueden ser un lugar alegre, ameno y acogedor. El alumnado también disfruta de entornos que cambien periódicamente. También les gusta saber que eres humana/o. No se trata de contarles asuntos personales, pero sí anécdotas o datos, hobbies... Puedes enriquecer el aula con artículos personales, murales, actividades, y muchas otras cosas. En otro momento, puede que prefieras un lugar tranquilo con pocas distracciones. Depende. Cambia de rutina según sea necesario y mantén el control sobre ésta.

7. Perfil bajo

La mayoría de los y las estudiantes que acaban en la oficina de la jefa o el jefe de estudios, o del director o directora, han llegado ahí por una escalada en la confrontación con un/a profesor/a. Empieza una pequeña riña y, de repente, te ves envuelto en un torbellino verbal que, en buena parte y en muchos casos, podría haberse evitado si hubiésemos mantenido un perfil tranquilo, calmado. Además, el/la estudiante puede verse recompensado/a en su mal comportamiento al obtener la atención de todos/as sus compañeros/as. Si, por ejemplo, estás explicando algo y un alumno se pone a hablar con el compañero o compañera de pupitre, deja caer su nombre de forma natural de una forma similar a esta: "Y ya ves, David, que estamos en la columna de las decenas"

 
8. Disciplina asertiva
 
Fija límites sin caer en la tiranía: incluye una buena mezcla de alabanzas. Ningún/a alumno/a tiene derecho a interferir con el aprendizaje de un/a compañero/a

9. Mensajes "Yo"

Si nos enfrentamos a un/a estudiante que está teniendo un comportamiento inadecuado hemos de dar una descripción clara de lo que queremos o lo que nos molesta, sin descalificar directamente al alumno o alumna: "quiero que... ", "te necesito para...", "espero que...". En otro caso, si decimos "Quiero que dejes de hacer esto", puede empezar una escalada; el alumno o alumna puede replicar: "yo no estaba haciendo nada", "no es culpa mía", "¿Desde cuándo hay una regla para esto?"

10. Mensajes Humanos

Y también son mensajes "Yo", con los que expresamos nuestros sentimientos. Según Thomas Gordon, hemos de estructurarlos en tres partes:
  • incluir una descripción de la conducta: p.ej, "cuando se habla mientras hablo..."
  • relacionar el efecto de ese comportamiento: p.ej., "... tengo que dejar de hablar yo y parar la clase"
  • relacionar también con los sentimientos que genera en el/la docente: p.ej., "... lo cual me resulta muy frustrante"

11. Disciplina positiva
En vez de usar reglas sobre lo que no se puede hacer en el aula, haz una lista con normas sobre lo que sí pueden hacer. Por ejemplo: en vez de decir "no se permite correr en el aula", es mejor "hay que moverse de una manera ordenada en el aula". Por otro lado, usa el elogio: es bueno que reconozcas sus logros y buenos comportamientos. Puedes hacerlo verbalmente, con un giño, una sonrisa o con los pulgares arriba.

FUENTE: http://www.escuela20.com/disciplina-revueltas-mensajes-tu/articulos-y-actualidad/11-tecnicas-para-evitar-las-revueltas-en-el-aula_2821_42_4314_0_1_in.html